¿Qué es el amor?

“Ni comen ni beben, ni ríen ni lloren, ni duermen ni velan, ni hablan ni callan, ni penan ni descansan, ni están contentos ni se quejan”.

Es esto lo que sufren los enfermos de amor, esta definición no proviene de hace poco, pertenece a La Celestina de Fernando de Rojas.




A lo largo de la historia, éste sentimiento ha causado verdaderos conflictos, como la "gran amante" que tuvo Alfonso XIII su nombre era Soledad, una aristócrata que era infeliz con su matrimonio y que acabó convirtiéndose en amante del rey, con quien vivirá "una gran historia de amor".

O también en la época de la 2ª Guerra Mundial, sin ir más lejos el Fürer Adolf Hitler, contradiciendo a los ideales del nazismo que decía que “El hombre y la mujer son desde que el mundo es mundo dos seres distintos, con funciones separadas” y “El mundo de la mujer es pequeño, comparado con el del hombre”, cayó enamorado de Angela Raubal, o Geli, la hija de su hermanastra, sin embargo, ésta se suicido, se cree que por un posible embarazo no deseado.

El Fürer terminó casándose tras un amor desenfrenado con Eva Braun, que ha sido la compañera más conocida de Hitler.

Sin embargo, ¿Por qué surjen estos sentimientos que nos provocan síntomas tan visibles?, ¿Se puede resumir cientificamente el amor o hay algo más? y ¿Por qué elegimos a una persona y no a otra?, preguntas como esta tienen lugar todos los días en alguna parte pero, ¿Cual es la respuesta?.

Bueno pues, al parecer se ha demostrado científicamente que antes de que una persona se fije en otra, ésta ya ha construido un mapa mental, es decir, un molde completo de circuitos cerebrales que determinan lo que le hará enamorarse de una persona y no de otra.Los científicos, como el sexólogo John Money considera que los niños desarrollan esos mapas entre los 5 y 8 años de edad como resultado de asociaciones con miembros de su familia, con amigos, con experiencias y hechos fortuitos. Así pues antes de que el verdadero amor llame a nuestra puerta el sujeto ya ha elaborado los rasgos esenciales de la persona ideal a quien amar.

La química del amor es una expresión acertada. En la cascada de reacciones emocionales hay electricidad (descargas neuronales) y hay química (hormonas y otras sustancias que participan). Ellas son las que hacen que una pasión amorosa descontrole nuestra vida y ellas son las que explican buena parte de los signos del enamoramiento, éstos son:

El corazón late más deprisa (130 pulsaciones por minuto).

La presión arterial sistólica (lo que conocemos como máxima) sube.

Se liberan grasas y azúcares para aumentar la capacidad muscular.

Se generan más glóbulos rojos a fin de mejorar el transporte de oxígeno por la corriente sanguínea.


Hace relativamente poco tiempo que se ha propuesto que el amor sea algo bioquímico pero, tiene sentido.

El verdadero enamoramiento parece ser que sobreviene cuando se produce en el cerebro la feniletilamina, compuesto orgánico de la familia de las anfetaminas.

Al inundarse el cerebro de esta sustancia, éste responde mediante la secreción de dopamina (neurotransmisor responsable de los mecanismos de refuerzo del cerebro, es decir, de la capacidad de desear algo y de repetir un comportamiento que proporciona placer), norepinefrina y oxiticina (además de estimular las contracciones uterinas para el parto y hacer brotar la leche, parece ser además un mensajero químico del deseo sexual), y comienza el trabajo de los neurotransmisores que dan lugar a los arrebatos sentimentales, en síntesis: se está enamorado. Estos compuestos combinados hacen que los enamorados puedan permanecer horas haciendo el amor y noches enteras conversando, sin sensación alguna de cansancio o sueño.

El affair de la feniletilamina con el amor se inició con la teoría propuesta por los médicos Donald F. Klein y Michael Lebowitz del Instituto Psiquiátrico de Nueva York, que sugirieron que el cerebro de una persona enamorada contenía grandes cantidades de feniletilamina y que sería la responsable de las sensaciones y modificaciones fisiológicas que experimentamos cuando estamos enamorados.

Sospecharon de su existencia mientras realizaban un estudio con pacientes aquejados "de mal de amor", una depresión psíquica causada por una desilusión amorosa. Les llamó la atención la compulsiva tendencia de estas personas a devorar grandes cantidades de chocolate, un alimento especialmente rico en feniletilamina por lo que dedujeron que su adicción debía ser una especie de automedicación para combatir el síndrome de abstinencia causado por la falta de esa sustancia. Según su hipótesis el, por ellos llamado, centro de placer del cerebro comienza a producir feniletilamina a gran escala y así es como perdemos la cabeza, vemos el mundo de color de rosa y nos sentimos flotando.

Con el tiempo el organismo se va haciendo resistente a los efectos de estas sustancias y toda la locura de la pasión se desvanece gradualmente, la fase de atracción no dura para siempre y comienza entonces una segunda fase que podemos denominar de pertenencia dando paso a un amor más sosegado. Se trata de un sentimiento de seguridad, comodidad y paz. Dicho estado está asociado a otra DUCHA QUÍMICA. En este caso son las endorfinas -compuestos químicos naturales de estructura similar a la de la morfina y otros opiáceos- los que confieren la sensación común de seguridad comenzando una nueva etapa, la del apego. Por ello se sufre tanto al perder al ser querido, dejamos de recibir la dosis diaria de narcóticos.

Sí, algo curioso el amor, ya decían algunas personas que el amor es algo pasajero, aúnque no siempre sea así. Supongo que para las personas que estudian sobre el amor, éste no tiene tanto sentido.

Se pueden destacar algunas curiosidades sobre este proceso bioquímico como por ejemplo las de la doctora Elaine Hatfield de la Universidad de Minnesotaque ha estado estudiando el amor o como ella lo llama ‘ese intenso deseo de unirnos completamente con el otro’ desde hace 15 años y ha desarrollado una ‘escala del amor apasionado’ (EAA) para medir las emociones y sentimientos relacionados con ese estado ‘psicológico extremo’ que nos lleva a estar obsesionados por el otro, al parecer las personas enamoradas con locura parecieran estar en una continua montaña rusa que pasa de la euforia a la ansiedad, de la calma al pánico, de la felicidad a la decepción’, explica la doctora Hatfield. ‘Es una combinación de esperanza con mucho de soledad, tristeza, celos y miedo’.




Bueno, parece que la ciencia logra entender este sentimiento a la perfección, algunas de las hormonas que intervienen en este sentimiento como la oxitocina se han declarado como" el pegamento de la sociedad". Al parecer este vínculo de hormonas y sentimientos con la especie se ha demostrado tanto en personas como en animales.

Otras personas no creen que el amor sea solo ciencia, yo, que tengo una forma de pensar científica y aún así, se que estoy enamorada, no sabría defender la postura de los que creen que el amor es algo más.

¿Podrían decirme cómo puede el amor, algo tan demostrado, ser más que ciencia?

Gracias por su opinión :)




2 comentarios:

Marta dijo...

Yo también tengo una manera de pensar científica y bastante escéptica, por cierto, también soy de pensar que el amor es algo más.
¿Por qué?
Pues no lo sé, pero a lo mejor es eso, el "no saber", la duda, lo que nos lleva a pensar que es algo más que reacciones químicas.

Alenandkeira dijo...

Bueno, la verdad es que mi opinión se ha modificado un poco debido a que estoy enamorada y, evidentemente, no parece lo mismo cuando lo sientes que cuando simplemente lo investigas pero aún así, es todo tan sencillamente explicable que me surgen dudas.

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