Leyendas Urbanas Japonesas y Supersticiones

Konnichiwa!

Aqui se quedan unas leyendas urbanas de Japon, muy interesantes, por cierto.

Kokkuri-san, Kokkuri-san, dime, ¿cuándo me voy a morir?: Kokkuri-san, es la ouija japonesa, para aterrorizarnos se necesitarán los siguientes elementos: dos estudiantes japonesas (por si solas no debian causarnos terror), el alfabeto hiragana (esto si que da miedo) escrito en un tablero o en una hoja grande y un bolígrafo que debe ser sostenido por las susodichas mientras hacen preguntas tenebrosas al Kokkuri-san.

Las historias que podemos encontrar guardan muchas similitudes con las protagonizadas en occidente por la ouija, por supuesto el juego (al igual que el equivalente occidental).

Toire no Hanako-san: Una estudiante sale de clase, camina por el solitario pasillo y entra en los servicios de chicas. Aunque están vacios todos la chica comete el error de abrir la cuarta puerta de los servicios. A partir de ese momento ya no está sola, los fantasmales ojos de Hanako-san (más correctamente, “Toire no Hanako-san”) se clavan en ella.
Hanako-san es el fantasma de una adolescente presente en todas las escuel
as de Japón, habita en el servicio de las chicas, en el reservado número cuatro. No se le responsabiliza más que de dar buenos sustos a las estudiantes en los momentos menos apropiados. Los hombres que quieran ser asustados por Hanako-san sin arriesgarse a una denuncia por voyeurismo.

Kuchisake onna: Noche oscura, carretera solitaria, conductor confiado, autoestopista hermosa. Pero no, no es la autoestopista fantasma de la versión occidental. Aunque el cuerpo de la pasajera se intuye bello y sus ojos anticipan un rostro fascinante la parte inferior de su cara está oculta con un velo blanco. La mujer se sienta en el asiento de atrás y el conductor reanuda el viaje.
“¿Soy hermosa?” -le pregunta la pasajera al conductor.
“Sí, lo es”, afirma el hombre, y para confirmar sus primeras impresiones le dirige una mirada a través del espejo retrovisor. Pero la
mujer se ha quitado el velo que cubría su boca y ésta aparece abierta con unos profundos cortes que le llegan hasta la orejas en una gran sonrisa macabra al fondo de la cual culebrea su lengua. El conductor ni siquiera escucha sus gritos de horror, a partir de este momento lo único que escuchará es la pregunta repetirse una y otra vez en su cerebro: “¿Soy hermosa?… ¿soy hermosa?… ¿soy hermosa?…”
En otras versiones Kuchisake onna, la mujer de la cara cortada
, caza y desfigura niños con su gran velocidad sorprendiendolos cuando menos se lo esperan. A veces se puede escapar de ella lanzandole un fruta lo que da al perseguido el tiempo suficiente para huir.

El último cliente: Un taxista regresa de llevar a un pasajero por una solitaria carretera de montaña, para su sorpresa encuentra un nuevo cliente en el arcén de la carretera. El hombre se acomoda en el asiento de atrás del taxi y da una dirección, aunque el lugar es desconocido para el taxista el pasajero se compromete a guiarlo para llegar a su destino.
Atraviesan pequeños pueblos, pasan por caminos olvidados y poco
a poco el taxista comienza a inquietarse. Tras un buen rato de conducción se gira hacia atrás y pregunta al pasajero dónde se encuentran. Al hacerlo se sorprende por última vez al ver que el pasajero ha desaparecido, sin embargo se solventan sus dudas sobre donde está: al borde del precipicio a punto de dejar que sea la gravedad quien marque velocidad y recorrido.




Botan Doro:

En la primera noche de Obon, una mujer hermosa y una chica joven que sostienen una linterna dan un paseo por la casa del samurái viudo Ogiwara Shinnojo. Ogiwara se golpea violentamente con la mujer, nombrada Otsuyu, y hace voto de relación eterna. De esa noche hacia adelante, la mujer lo visita por las noches , yéndose siempre antes de amanecer. Un vecino mayor, sospechó de la muchacha, mirando a escondidas por la rendijas de la casa y ve a Ogiwara en cama con un esqueleto. Consultando a un sacerdote budista, Ogiwara encuentra que l está en peligro a menos que pueda oponerse a la mujer, y él pone un hechizo de protección en su casa. La mujer no puede entonces entrar en su casa, pero lo llama de exterior. Finalmente, incapaz de resistir, Ogiwara sale saludarla, y se lo lleva de nuevo a su casa, en un sepulcro en un templo. A la mañana siguiente encuentran el cadáver de Ogiwara entrelazado con el esqueleto de una mujer.


Yurei:
Unos fantasmas muy cotidianos en Japón son los Yurei, que son fantasmas muy al estilo occidental que no han podido llegar a la luz por cuestiones pendientes, la mayoría de ellos por venganza y muchas veces mujeres. Están hasta clasificados y no tienen porque ser necesariamente malos. Hay algunos como las Ubume, que
son madres que murieron en el parto y su fantasma vuelve para cuidar de sus hijos y a veces les traen dulces. Los Yurei tienen la típica pinta de fantasma japonés con ropajes blancos y el pelo negro y largo y a veces con un triángulo de papel sobre la frente. Éste era el ritual típico de los funerales en la era Edo. Hay un par de historias populares sobre Yurei.
Una de ellas es la de Tokaido Yotsuya Kaidan que cuenta la historia de como Oiwa y su bebé recién nacido fueron envenenados por su marido Iyemon, un samurái pobre que acaba con la vida de su mujer para casarse con la hija del vecino rico. A Iyemon se le apareció su mujer desfigurada por los efectos del veneno cuando retozaba con su nueva esposa saliendo de una lámpara sobre ellos. Oiwa dice también que se vengará de cualquier actriz que represente su historia en el cine o el teatro.
La otra historia, Bancho Sarayashiki habla de Okiku, una criada del samurái Tessan Aoyama, que accidentalmente rompe unos platos muy valiosos de porcelana que formaban parte de su herencia. Aoyama enfurecido la mata y tira su cadáver a un pozo. Okiku saldrá todas las noches del pozo a contar los platos rompiendo a llorar cuando va por el noveno. Se dice que Okiku vive en el Castillo de Himeji., en el pozo del Crisántemo También tienen su propia hora de salida a eso de las 2 ó 3 de la mañana…
Este es el pozo del que sale Okiku a contar los platos que rompió.


La princesa Takiyasha:

Esta es la historia de dos hermanos, también una de las piezas más populares del teatro kabuki. Narra la leyenda de la princesa Takiyasha, que trató de vencer a s
us enemigos con la ayuda de fantasmas. Ella era hija de un noble que murió en el año 940 en una rebelión abortada contra su señor feudal. Tras la muerte de su padre, Takiyasha se hizo monja. Más tarde ella y su hermanastro conocieron el espíritu de una rana bruja, y ésta usó sus poderes mágicos para tramar una rebelión contra los enemigos de su difunto padre. Pero Mitsukuni, un guerrero enemigo, descubrió la maquinación, fue al palacio y venció a los humanos y a sus aliados sobrenaturales. Acá se muetra la lucha entre Takiyasha y Mitsukuni. La princesa ha hecho un hechizo para llamar a un enorme fantasma en forma de esqueleto. La aparición trata de atacar a Mitsukuni sobre una cortina de bambú caída, mientras el guerrero arrincona con su espada al hermanastro rebelde.

Funayūrei:
Los funayūrei son fantasmas de la mitología japonesa. Concretamente son los espíritus de los que han perecido en el mar. Se aproximan a la gente e
n botes o barcos y les piden un cucharón. Si se les entrega, empezarán a verter agua de mar en la embarcación hasta que se hunda.

Rokurokubi:
Es un fantasma que de día es una mujer normal pero a la media noche s
u cuello crece desmesuradamente. Algunos dicen que es un monstruo que sale a cazar por la noche pero otros piensan que sólo sale por la noche a beberse el aceite de las farolas que alumbran la calle.

Yamamba:
La yamamba no es la kogal pintada en plan oso panda, además es el nombre de la mujer de las montañas. Aunque tiene muchas apariencias, generalmen
te se la representa como una anciana fea con el pelo blanco y revuelo. Se dice que busca a excursionistas peridos para comérselos aunque también puede que ayude a los perdidos a encontrar el camino de vuelta a casa. Todo depende del humor con el que te la encuentres.

Nopperabo:
La historia cuenta que por la noche si te encuen
tras a alguien caminando cabizbajo, no le saludes, podría ser un nopperabo. Si le saludas, levantará la cabeza y verás que no tiene ni ojos, ni nariz ni boca…

Yukionna:
La mujer de las nieves busca a gente que se ha extraviado
durante un temporal. Es de piel blanca, pelo negro largo y muy hermosa. Cuando se encuentra a un perdido exhausto por la tempestad de nieve, los duerme hasta que mueren. En ocasiones se casa con un hombre normal al que finalmente mata.

Karakasa o Kasa Obake – El paraguas con un ojo:
Aunque por lo general no está bien recoger las cosas del suelo, un día de lluvia sin paraguas sería muy tentador encontrar uno en la calle ¿verdad? Pues si al abrirlo te encuentras con un ojo no digas que no se te advirtió, el paraguas se cerrará para engullirte y no volverás a salir de él… al menos no entero. Puedes reconocerlo porque en vez de mango, tiene u
n pie. Este fantasma pertenece el tipo conocido como Tsukumogami que son aquellos objetos que al cumplir 100 años cobran vida.

Gaki:
Los gaki son fantasmas condenados a pasar hambre y sed eternamente ya que por mucho que coman y beban nunca serán saciados. Se les representa con l
a barriga hinchada por no poder comer.



0 comentarios:

Publicar un comentario


Seguidores